Cultivo de Frutas y Verduras

Cultivo y siembra del aguacate

La siembra del aguacate se realiza a partir de una semilla, denominada hueso central, procedente del propio fruto. Se trata de la única forma de proceder al sistema de reproducción, tradicional, cuyos pasos son los siguientes:

• Lo primero que debemos hacer es efectuar una selección de las semillas, limpiarlas quitando los residuos de pulpa, luego perforar con un corte de aproximadamente dos centímetros de grosor en la parte más delgada (parte superior), lo cual facilitará que la planta comience a brotar más fácilmente.

• Nos aconsejan hacer germinar la semilla en un recipiente con agua, mojando la parte plana (parte más gruesa) de la semilla.

• Al comprobar que la raíz ya ha salido, llegando a los diez centímetros de largo, entonces será el momento para trasladarla a una maceta con tierra y sustrato de cultivo. Una buena composición incluye turba, compost con hojas, perlita, tierra negra, humus de lombriz, gallinácea, facilitando un drenaje necesario y al mismo tiempo realizando una función de absorción de agua, fortaleciendo y oxigenando la raíz.

• No olvidemos que el hueso central, se introduce en la maceta, semillero, con la parte plana para el fondo, dejando la parte superior que se vea, recibiendo la luz, el riego o control de la humedad. Este proceso es básico en su proceso de arraigo y crecimiento.

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La primavera es la mejor estación del año para sembrar el aguacate, evitando lugares fríos, las heladas son muy perjudiciales y nos harían perder la mayor parte de las semillas, la temperatura ideal sería de unos 20ºC.

Existen otros procedimientos que permiten una producción más rápida. Se trata de los acodos, obtenidos de un árbol en producción. En este caso se trata de lograr la aparición de raíces de una rama existente. A esta se le quita con cuidado unos 4 centímetros de corteza y se envuelve la parte descubierta en una bolsa con tierra rica en nutrientes específicos. Pasados unos 7 meses se comprueba si han aparecido raíces, en cuyo caso se corta la rama del árbol y se traslada a una maceta. Posteriormente se puede trasladar a la finca, dando frutos de forma inmediata.

Los procesos normales con siembra de huesos pueden dar frutos pasados 3/4 años, según nos indican, aunque también depende de variedades y cuidados. La aceleración de la producción por ciclos de siembra y cuidados en zonas determinadas, denominados por escalas, facilitará obtener producciones inmediatas, incluso repoblar árboles dañados, nuevos campos productores, etc.